Marcelo es de esos tios que te ganan en un minuto, Hijo de un húngaro y una uruguaya, es un profesor de Historia que trabaja como periodista, alguien que nos ayudó incondicionalmente con el idioma y que se convirtió en un nuestro ángel de la guardia.
No solo el mío, también el de Alberto, el de Alberto Estévez, Maria Guixà y el de buena parte de periodistas españoles que nos reunimos aquel verano en la maravillosa Budapest.
Alberto y yo le explicamos el proyecto que teniamos entre mano, y entre copa y copa de Staropramen, chupitos de Palinka y platos de gulash, fuimos entablando una magnífica relación personal.
Tiempo después, le pedimos si podía ayudarnos con una entrevista a Tibor Benedek y Marcelo no solo aceptó, sino que personalmente se encargo de ella y nos hizo uno de los grandes regalos que se incluyen en ‘Eterno Rollán’.
Sin Marcelo, la entrevista con Tibor hubiera sido imposible, Las palabras del waterpolista y su relación con Jesús ganaron peso con el fallecimiento de Benedek y el texto de Marcelo se convirtió en un maravilloso homenaje de dos amigos que se reunieron allí arriba.
Decidimos que el texto, prácticamente sin editar de Marcelo, ocupara uno de los capítulos de ‘Eterno’, el decimosexto, titulado ‘El abrazo de Benedek’ y que acaba así:
No importa cuánto tiempo haya pasado ya desde que se fue, él está aquí conmigo. Cada vez que alguien besa un balón o cierra el puño después de hacer una parada se me viene a la mente él, algo que ya no cambiará. Tenía algunos gestos inconfundibles, como por ejemplo esa forma de abrazar con un profundo cariño a sus compañeros”.
Una de las historias que recogemos en ‘Eterno Rollán’ es sobre Federica, la exmujer de Tibor, y de su relación con Calcaterra:
✏️ Federica, casada con Benedek y con una hija, lo dejó por un compañero de equipo. Jesús lidió entre ambos para poner el equipo por encima de los problemas personales. El Pro Recco acabó ganando la Champions
PD: Por cierto, a Marcelo lo esperamos hace tiempo en Barcelona. Estoy seguro de que cuando florezca la primavera, lo tendremos por aquí.
Chicos, me emocioné leyendo estas líneas. Gracias por el post... Marcelo